Lo primero que queremos hacer en este inicio de curso desde la Biblioteca Escolar Rosario Martín es agradecer a nuestro querido Antonio Moyano todos los años que ha dedicado a cuidarla y mimarla. Han sido 35 años en el Isidro Arcenegui (que se dice pronto), y de ellos, los últimos 18 ocupándose de la biblioteca hasta su jubilación el curso pasado. Antonio es de esas personas que dejan huella, no solo en su alumnado sino en todo aquel que ha tenido contacto con él. Su calidad humana y su humildad son sus señas, y el trabajo y la dedicación vocacional hacia todo lo que hace lo que más le caracteriza. Su labor en la Biblioteca estos años ha sido enorme y es por todo ello por lo que queremos poner en valor todo ese trabajo que no se ve y que está ahí.

Es imposible cuantificar todo lo que has hecho por nuestra biblioteca, Antonio, por cada uno de los alumnos que pasaron por ella y, por supuesto, por todos los que tuvimos el privilegio de trabajar contigo.

Te nos jubilaste el pasado Diciembre, pero a lo largo de los años, has sido mucho más que la persona encargada de los libros. Has sido un guía, un refugio de sabiduría y paciencia, y un modelo de dedicación y amor por lo que haces. Tu compromiso incansable, tu organización y tu cariño hacia los libros y los lectores han transformado ese espacio en algo mucho más que una simple biblioteca.

Por todo ello, gracias Antonio. Gracias por acercar a nuestros jóvenes a la lectura, gracias por difundir la cultura, gracias por enseñarnos tantas cosas, gracias por tu cercanía y disponibilidad, gracias por tu implicación, gracias por todo, gracias por tanto…